¡Hagamos que la igualdad de género deje de ser una meta lejana!

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se establecieron en 2015 en la agenda de desarrollo sostenible de la ONU a alcanzar en 2030. Los ODS incluidos en esta agenda son 17 y, el número 5 es el que hoy nos ocupa: lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas.

Cada ODS en la agenda 2030 de la ONU tiene metas específicas. El objetivo 5, tiene nueve metas (que pueden ser consultadas en este vínculo). La que nos ocupa en este artículo es la meta número siete:

Emprender reformas que otorguen a las mujeres el derecho a los recursos económicos en condiciones de igualdad, así como el acceso a la propiedad y al control de las tierras y otros bienes, los servicios financieros, la herencia y los recursos naturales, de conformidad con las leyes nacionales.

Esta meta en la igualdad de género tiene el potencial de impulsar otros importantes logros que podrían cambiar el rostro económico, social y político del planeta en 2030. Es por eso que, en 2024, la ONU decidió que el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, se celebre en todo el mundo bajo el Lema: Financiar los derechos de las mujeres: acelerar la igualdad.

Situación mundial en el logro de la igualdad de género

En 2023, cuando faltaban siete años para alcanzar la fecha límite del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Organización de las Naciones Unidas hizo una evaluación acerca del avance logrado con respecto a los ODS. Tras analizar el Objetivo 5, publicó la siguiente infografía:

Los datos que muestra no son halagüeños, en especial la estimación de que al ritmo actual se necesitarían varios siglos para terminar con el matrimonio infantil y la desprotección jurídica, así como alcanzar la representación igualitaria de las mujeres en cargos de liderazgo. Es por datos como estos que la ONU busca poner en marcha un financiamiento transformador para la igualdad de género.^[1] Gran parte de esta decisión tiene su origen en los estragos que la pandemia de Covid 19 hizo en la economía del mundo, pero muy particularmente de las mujeres y así es como lo expresa:

Desde 2020, la pandemia de COVID-19, conflictos geopolíticos, desastres climáticos y turbulencias económicas han empujado a 75 millones de personas a la pobreza severa. Esto podría llevar a más de 342 millones de mujeres y niñas a vivir por debajo del umbral de pobreza en 2030. Es crucial actuar de inmediato para evitarlo.^[2]

El interés por promover este año el financiamiento a los derechos de las mujeres, también se fundamenta en que, según un reporte reciente, para 2025 el 75% de los países todavía estará aplicando medidas de austeridad como resultado de la pandemia:

Las medidas de austeridad incluyen la reducción de los programas de protección social para mujeres, niños, ancianos y otras personas vulnerables, dejando sólo una pequeña red de seguridad para una fracción de los pobres; recortar o limitar los salarios y el número de docentes, funcionarios sanitarios y locales y eliminar subsidios; privatizar o comercializar servicios públicos como la energía, el agua y el transporte público; y reducir las pensiones y los derechos de los trabajadores.^[3]

Las metas del ODS 5 en México

Las mujeres en México están muy lejos de tener el derecho a los recursos económicos en condiciones de igualdad, en particular porque no se incentiva en nuestro país su participación en la economía. El Instituto Mexicano para la Competitividad, A.C., IMCO, publicó en 2022 la siguiente radiografía de la participación de la mujer en la economía:

^[4]

El IMCO señala que:

La participación de las mujeres (en la economía) en México es baja porque mientras 7 de cada 10 hombres participan en la economía, solo 4 de cada 10 mujeres lo hacen. Además, nuestro país tiene una tasa de participación económica femenina (43.6%) inferior a la del promedio mundial (48.5%) e incluso a la de economías similares a la nuestra como Colombia (50.3%) o Brasil (49.5%).^[5]

El IMCO también estimó los beneficios económicos de sumar más trabajadoras al mercado laboral y analizó la importancia de mejorar las condiciones laborales de las mujeres para impulsar su entrada, crecimiento y permanencia en el trabajo remunerado. Para 2030, el PIB de México podría ser 15% mayor que el PIB de 2020 si el gobierno y el sector privado implementan acciones para sumar a 8.2 millones de mujeres a la economía.^[6]

La participación de la mujer en la economía en México no sólo es baja, sino que los puestos a los que las mujeres tienen acceso no son equiparables a los que pueden alcanzar los hombres. El diario “El economista” publicó la siguiente gráfica.

Mientras esto sucede en los puestos de trabajo, las mujeres siguen llevando el peso del trabajo no remunerado en el hogar:

Las cifras que se han recabado en nuestro país y en el resto del mundo, nos hablan de que la batalla por la igualdad de género aún está en su punto álgido. Por eso, este 8 de marzo te invitamos a que promuevas en tu aula y en tu escuela valores y actitudes que lleven a alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 5: Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas. ¡Hagamos que la igualdad de género deje de ser una meta lejana!